La hemorragia obstétrica sigue siendo la principal causa de muerte materna en todos los países en vías de desarrollo y particularmente en México. Los esfuerzos efectuados por las instituciones de salud, a cualquier nivel, no han podido controlar este problema que afecta a las mujeres en cualquier trimestre del embarazo.

Los ginecoobstetras de México, conscientes del problema desde los puntos de vista preventivo y curativo, continuamente publicamos artículos al respecto y tres de ellos en esta edición de ginecología y obstetricia de méxico son muestra del interés de los médicos y de la Federación por contribuir a controlar esta adversidad.

De los tres artículos mencionados, que tratan este tema, destacamos en primer lugar el análisis de los factores de riesgo de hemorragia obstétrica evaluados en un hospital universitario en donde el común denominador es la posibilidad de poderlos prevenir y, según sus hallazgos, el uso indiscriminado de la oxitocina durante el primer periodo del trabajo de parto. Más allá de sus conclusiones es interesante el abordaje cualitativo del tema.

Otro comentario merecen los artículos relacionados con la sutura de B Linch y el que aborda el control de la hemorragia postparto mediante la aplicación de una técnica de desarterializacion selectiva uterina.

Aquí deseo destacar el hecho de la importancia dada por los médicos y sus publicaciones en relación con el tema, lo que ubica la problemática como reconocida por los obstetras y el genuino interés de destacar procedimientos útiles y poco complejos, como los últimos dos mencionados, que puedan ser de ejecución inmediata durante el evento hemorrágico mismo.

Aún queda mucha tinta por gastar en la resolución de este problema, la injerencia de los servicios de salud, la infraestructura en comunicación, la falta de control prenatal adecuado, y otros más, son temas pendientes de resolver.

A pesar de esto no puede soslayarse el genuino interés del grupo médico por encontrar soluciones a este dramático problema y, como se menciona en los artículos en cuestión, la identificación de factores de riesgo y la posibilidad de aplicar técnicas accesibles en casos extremos, son opciones indispensables para frenar la mortalidad materna en este rubro.

Alberto Kably Ambe
Editor