La historia de las revistas médicas mexicanas comenzó en 1772-1773 con la aparición del periódico Mercurio Volante, editado por José Ignacio Bartolache; luego siguió, en 1a864, la Gaceta Médica de México. A los pocos años (1879) la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (National Library of Medicine) inició la publicación del Index Medicus, una guía mensual de artículos seleccionados de entre cerca de cinco mil revistas que, con el paso de los años se convirtió, y sigue siendo, un “selecto grupo” que reúne a poco más de cinco mil publicaciones médicas periódicas. 

GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO comenzó a editarse en 1945 y años después fue aceptada por el Index Medicus, reconocimiento que desde entonces la ha distinguido y por ello los investigadores nacionales e internacionales continúan proponiendo para publicación sus artículos, por el prestigio que ha guardado y acrecentado gracias al cuidado que tuvieron y tienen sus editores.

Con el paso de los años, las exigencias han crecido y si bien es indispensable estar en el Index Medicus hoy lo que más importa a los investigadores es el factor de impacto; es decir, la cantidad de citas bibliográficas publicadas en otras revistas indizadas. 

GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO tiene un factor de impacto acorde con la cantidad de artículos citados en un trienio. De acuerdo con el último informe (2009-2011) del SCImago Journal and Country Rank nuestra revista tiene un factor de impacto de 0.15, obtenido de 1,558 escritos susceptibles de ser citados.  Como parámetros de referencia están dos de las publicaciones pares de la nuestra: American Journal of Obstetrics and Gynecology que en el mismo lapso publicó 1,942 artículos originales, de revisión y casos clínicos y su factor de impacto fue de 3.36. Obstetrics and Gynecology publicó 1,629 artículos y su factor de impacto fue de 16.88.

Si bien las dos últimas publicaciones son las más consultadas por los ginecoobstetras, existen diferencias notorias entre ambas. Una está más orientada a la investigación clínica y la otra da preferencia a todo lo que aporte a la actualización médica continuada. Las tres revistas aquí consideradas no son del todo comparables porque la infraestructura para producirlas es desigual, porque la cantidad de los miembros de las agrupaciones que respalda a las dos últimas es mayor y, sobre todo, porque cuentan con mucho más recursos para la investigación que los disponibles en nuestro medio. Además, el American Journal of Obstetrics and Gynecology publica sólo 52.5% de los artículos que recibe, el resto los rechaza. Por su parte Obstetrics and Gynecology rechaza 72.3% de lo que recibe. Ginecología y obstetricia de méxico publica un poco más del 90% de los escritos que le proponen.

Luego de conocer la información aquí documentada queda claro que ginecología y obstetricia de méxico sí tiene factor de impacto, acorde con la cantidad, tipo de artículos e investigación clínica y básica que se realiza en Latinoamérica y España y que se reciben para publicación. Todos los lectores pueden fácilmente comprobar el creciente interés de los colegas españoles y latinoamericanos que han vuelto su mirada hacia nuestra revista, porque está indizada (Index Medicus, Science Citation Index, Ulrich, Índice Médico Latinoamericano, Excerpta Medica, EMBASE CD/Obstetrics and Gynecology y Artemisa). 

Esta distinción debe alentarnos a todos, porque ha sido esfuerzo de todos, a continuar engrandeciendo nuestra revista con trabajos cada vez de mayor nivel de evidencia que atraigan el interés de más autores. Existe una correlación estrecha entre el mayor nivel de evidencia y la mayor cantidad de citas, porque conforme las investigaciones sean más rigurosas mayores oportunidades habrá no sólo de despertar el interés en la lectura de los artículos sino de ser citados.

GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO es el órgano oficial de la Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología y está abierta a los autores que se apeguen a las instrucciones para los autores de esta publicación.

Comité editorial