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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
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FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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Cesáreas por desproporción céfalo-pélvica: realización sin prueba. ¿Tiene lugar la céfalo-pelvimetría radiológica en la obstetricia actual?

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Cesáreas por desproporción céfalo-pélvica: realización sin prueba. ¿Tiene lugar la céfalo-pelvimetría radiológica en la obstetricia actual?

Caesarean section for cephalo-pelvic disproportion performed without evidence. Does the radiological pelvimetry has a place in obstetrics today?.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Junio de 2011

Ginecol Obstet Mex 2011;79(6):368-372


Guillermo Santín

* Profesor de Radiología, Facultad de Medicina. UNAM, Radioteca en Medicina Familiar. 


Recibido: diciembre, 2010.
Aceptado: febrero, 2011.

Este artículo debe citarse como:

Santin G. Cesáreas por desproporción céfalo-pélvica: realización sin prueba. ¿Tiene lugar la céfalo-pelvimetría radiológica en la obstetricia actual? Ginecol Obstet Mex 2011;79(6):368-372.

Nivel de evidencia: III

Tal parece que la expresión: “Cesárea por desproporción céfalo pélvica” no se fundamenta en los servicios de Obstetricia con el documento pelvicefalométrico y, en cambio, sí es una de las mayores determinantes que se aducen para realizar cesáreas en nuestro país. No vale que se aduzca desproporción sin un documento fehaciente; por eso la cefalopelvimetría sí tiene lugar actualmente1 para justificar la cesárea por desproporción sustituyendo al parto por vía normal. 

Ocurre en la práctica que las “pelvicelafometrías” requeridas para casos específicos se reciben de radiólogos o “laboratorios” con criterio diverso en la selección de los puntos o planos a medir o en el método. Por lo anterior, este artículo tiene el propósito de uniformar el criterio. Los obstetras conocen el mecanismo del parto y los estorbos que ocurrirán a un producto de la concepción durante la presentación, el encajamiento en el estrecho superior, la forma de descenso, rotación y desprendimiento. Si la morfología de la cavidad pélvica se le exhibe en imagen a un buen obstetra éste podrá, mentalmente, concebir si la cabeza del niño tendrá un trayecto correcto o habrá dificultades para entregarlo sano y sin daño; también podrá saber cuándo las morfologías de la cavidad prometen dificultades: pelvis muy platipeloide, infundibliforme o francamente estrecha, que se aprecian bien en dos placas simples (Figuras 1 y 2), datos que informan, además, medidas milimétricas.

Se deduce, de inmediato, la indicación: embarazo a término en presentación cefálica (las presentaciones a término, transversa o pélvica se resuelven de una vez y sin medidas por un buen plan de cesárea).2 También es indicación la corta estatura materna o, francamente, la sospecha clínica de pelvis estrecha. Puede ser, además, la ratificación documental de cesárea previa en una primípara sin ese documento y está nuevamente en embarazo a término.

Los radiólogos tenemos la obligación de proporcionarles información, constantemente fidedigna, sobre “cómo es el conducto del parto y su proporción con la cabeza del producto de la concepción”, lo más sencillamente posible y con irradiación mínima, protegiendo al producto y a la madre en las zonas que no son necesarias. No hay daño en estas condiciones, como autor realicé en su tiempo medidas en miliroentgens que no caben repetir.2

Demostrar lo sencillo y valioso que es obtener en un embarazo a término con presentación cefálica sólo dos placas radiográficas de la pelvis cuando haya duda o se perciba riesgo de desproporción cefalopélvica para que el parto sea por vía normal. Quien vaya a responsabilizarse de un nacimiento debe poder, simplemente con una regla de 30 centímetros, conocer y valorar en diez minutos la cabeza “fetal” y el conducto pélvico. 

Durante más de un cuarto de siglo el autor se dedicó a calcular diámetros, perímetros, volúmenes de cada plano en la cabeza y conducto pélvico, así como medidas geométricas de los arcos formados por el “estrecho superior” y el cálculo de tejidos blandos1 para obstetras de primera línea en hospitales de la Ciudad de México y concluyó que bastan dos radiografías2,4 que ahorran tiempo y la irradiación no daña. 

 

Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.


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