Apenas hace diez años que se fundó nuestra Sociedad y ya se puede hablar de la efectiva contribución que ella ha dado al perfeccionamiento de la especialidad de la Ginecología y Obstetricia en nuestro medio.

No significa esta afirmación, de ninguna manera, que antes de esa fecha no tuviera la medicina de Nuevo León firmes valores en el ejercicio de esta rama, sino por el contrario han sido esas mismas personas quienes con su entusiasmo y su amor a esta importante especialidad hicieron posible la agrupación en un organismo científico de quienes individualmente cultivaban ágilmente su ejercicio profesional y quienes desentendiéndose de aquellas ideas que en otros aspectos los separaban, encontraron en nuestra Sociedad el adecuado enlace donde se aunaran el cultivo de la ciencia médica y la solidaridad profesional.

Desde su fundación hecha en 1945 por el Dr. José G. Martínez y a la vez en su primer presidente, han desfilado en la dirección de la sociedad los doctores: Juan Alanís Ochoa, Roberto J. CANTÓ, Pedro Serna Garza, José Luis Lozano, Rodolfo Arroyo Llano, Abelardo Salas Guerra y Ramiro Sepúlveda.

Como primer fruto de la Sociedad se apreció, desde luego, el interés que todos sus miembros pusieron en mejorar sus conocimientos a través de la comunicación de sus experiencias y el intercambio científico con sus compañeros, y así vemos la profusión de trabajos presentados durante los primeros años de la Sociedad que vinieron no sólo a aumentar la inquietud por el constante estudio, sino a estimular a los médicos jóvenes en estas importantes ramas de la medicina. Y de los trabajos presentados se hicieron las mejores selecciones para lanzar sistemáticamente a nuestros médicos a los Congresos de Provincia, a los desarrollados en la capital de la República y aun a los realizados en otros países. 

Moción de nuestra Sociedad fue en el año de 1950 la celebración que en esta ciudad se hizo de la Primera Reunión Nacional de Ginecología y Obstetricia que tuvo en su seno a lo más destacado en la especialidad de todo nuestro país y que sin interrupción se han seguido celebrando recorriendo las ciudades de Mérida, Guadalajara, Torreón y San Luis Potosí. En todas ellas hemos estado debidamente representados a través de ponencias oficiales o trabajos libres.

En igual forma los trabajos de esta Sociedad han estado en la celebración de los primeros y segundos Congresos Nacionales de Ginecología y Obstetricia de la Ciudad de México y fuera de nuestra patria se ha asistido activamente a través de uno o varios de nuestros miembros al 14o. Congreso de Ginecólogos y Obstetras de lengua francesa, celebrado en París, a la Primera Convención Internacional sobre Esterilidad en Río de Janeiro, al Primer Congreso de la Asociación Internacional de Fertilidad en Nueva York, al 2o. Congreso Internacional de Ginecología y Obstetricia celebrado en Ginebra y al cual se llevó la representación nacional y al Primer Congreso Internacional de Ginecología y Obstetricia de Cuba.

Con mayor razón que este propósito de estar presente en la Exposición Nacional e Internacional de los adelantos de la Gineco-Obstetricia está la tarea que nuestra Sociedad se ha impuesto para lograr la más amplia repercusión en el desenvolvimiento de la medicina en nuestro medio. Y así es de gran trascendencia la tarea en este sentido realizada. Mesas Redondas y Simposia se han venido sucediendo desde entonces, unos realizados por la Sociedad y otros en colaboración con la Facultad de Medicina y las Sociedades de Pediatría y de Esterilidad de esta ciudad. En estas actividades han participado nuestros miembros, destacados compañeros del resto de la República y médicos extranjeros de reconocido prestigio internacional.

Esta labor ha provocado el que nuestra Universidad de Nuevo León, a través de su Facultad de Medicina, se mantenga en íntimo contacto con nuestra Sociedad. Es indudable que todos nosotros, como médicos y como dedicados en especial al estudio de esta rama de la medicina tenemos particular interés porque su enseñanza en la Facultad se supere cada día y despierte más seguidores entre las nuevas generaciones de graduados, y contando con que los quince profesores que en la Facultad dan estas cátedras pertenecen a la Sociedad, se han organizado Mesas Redondas dedicadas al estudio de la enseñanza de estas materias y en las que han participado, además, maestros de la Universidad Nacional Autónoma. Los resultados han sido el mejoramiento de la enseñanza clínico-patológica y la participación de muchos elementos jóvenes en los trabajos de investigación, de manera especial en el campo de la citología, dosificaciones hormonales y anatomía patológica.

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