INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD
Periodicidad: mensual
Editor: Alberto Kably Ambe
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.
Dehiscencia de cistorrafia en pacientes con embolización de arterias uterinas por acretismo placentario: reporte de dos casos
Cistorraphy dehiscence in patients with uterine arteries embolization due to placentary acretism: report of two cases.
Ginecol Obstet Mex. | 1 de Mayo de 2020
Ginecol Obstet Mex. 2020 mayo;88(5):334-341.
https://doi.org/10.24245/gom.v88i5.3704
Recibido: noviembre 2019
Aceptado: enero 2020
Carlos Manuel Espinosa García
carlosespinosa86@hotmail.com
Espinosa-García CM, Rodríguez-Colorado SE, Ramírez-Isarraraz C, Gorbea-Chávez V, Granados-Martínez V, Cruz O, Rodríguez-Bosch M. Dehiscencia de cistorrafia en pacientes con embolización de arterias uterinas por acretismo placentario: reporte de dos casos. Ginecol Obstet Mex. 2020 mayo;88(5):334-341.
Resumen
ANTECEDENTES: La incidencia de percretismo varía de 5-7% y de ésta, 78% corresponde a complicaciones relacionadas con la cirugía. Hasta la fecha existen pocos casos reportados de dehiscencia de cistorrafia posterior a la embolización de arterias uterinas.
CASOS CLÍNICOS: Caso 1. Paciente de 34 años, con embarazo de 36 semanas y diagnóstico de acretismo placentario. El tratamiento consistió en embolización de arterias uterinas e histerectomía subtotal, con lesión vesical reparada sin complicaciones. Dos semanas después del alta hospitalaria acudió a consulta por pérdida de orina y fiebre (pielonefritis aguda); se estableció el diagnóstico de dehiscencia de cistorrafia por tomografía y cistografía retrógrada. Se realizó cateterización ureteral bilateral, laparotomía exploradora con traquelectomía, resección de los bordes necróticos vesicales y cistorrafia. Caso 2. Paciente de 30 años, con embarazo de 37 semanas y acretismo placentario; se aplicó tratamiento similar al caso 1, del que devino una lesión vesical reparada sin complicaciones. Durante la hospitalización permaneció en vigilancia por hemorragia obstétrica e infección urinaria con mala evolución; dos semanas después tuvo pérdida de orina, por lo que se efectuaron: cistoscopia, tomografía y cistografía retrógrada. Se estableció el diagnóstico de dehiscencia de cistorrafia. Durante la cirugía se localizó el defecto por cistoscopia e histeroscopia, se cateterizaron los uréteres de ambos lados; posteriormente, mediante acceso laparoscópico, se resecaron los bordes vesicales necróticos y se complementó con cistorrafia. Ambas pacientes evolucionaron sin complicaciones.
CONCLUSIÓN: La dehiscencia de cistorrafia en pacientes con embolización de arterias uterinas es una complicación excepcional. La sospecha diagnóstica y el tratamiento oportunos, con resección de los bordes necróticos y cistorrafia, se asocian con mayor tasa de éxito.
PALABRAS CLAVE: Embolización de arterias uterinas; histerectomía; lesión vesical; necrosis; cistorrafia; cistoscopia; tomografía.
Abstract
BACKGROUND: The incidence of percretism is 5-7% with 78% of complications associated with surgical management. There are few reported cases of cystorraphy dehiscence after uterine arteries embolization.
CLINICAL CASES: Case 1. A 34 years old patient with a pregnancy of 36 5/7 weeks and acretism; she was treated with uterine artery embolization plus subtotal hysterectomy with bladder injury repaired without complications. She was discharged, and in 2 weeks she consulted for vaginal urine loss and fever (acute pyelonephritis); cystorraphy dehiscence was diagnosed with support of tomography and retrograde cystography. Bilateral ureteral catheterization, laparotomy with trachelectomy plus resection of bladder necrotic edges and cystorraphy were performed. Case 2. A 30 years old patient with a pregnancy of 37 5/7 weeks and acretism; equal treatment of acretism was given with bladder injury repaired without complications. She was hospitalized in surveillance for obstetric haemorrhage and urinary infection with torpid evolution; she referred vaginal urine loss at 2 weeks, so cystoscopy, tomography and retrograde cystography were performed which diagnosed cystorraphy dehiscence. In surgery the bladder defect was located by cystoscopy and hysteroscopy and bilateral ureters were catheterized; subsequently, by laparoscopic approach necrotic bladder edges were resected and cystorraphy was performed. Both patients without complications and with successful postoperative evolution.
CONCLUSION: Cystorraphy dehiscence in embolized patients is extremely rare; however, it should be considered as a possible complication. Diagnostic suspicion and timely management with resection of necrosis and new cystorraphy, achieve greater success.
KEYWORDS: Uterine artery embolization; Hysterectomy; Bladder injury; Necrotic; Cystorraphy; Cystoscopy; Tomography.