25 de junio de 2004
Cuando quiero decir muchas cosas, pretendo transmitir en muy pocas palabras la esencia de aquello que pienso, de aquello en lo que creo y de aquello que pretendo. Tan breve, como verdadero.
Distinguida concurrencia, para poder hacer, el asunto es, primero, estar.
Estar, para cumplir, por principio, con uno mismo... con las expectativas propias; y satisfacer, o desencantar lo menos posible, a la expectativa de los demás.
Y así, sin ostentar más allá de lo que con mucho orgullo se puede ostentar, lo que quiero compartir con ustedes esta noche es que tengo claras, acaso, por lo menos, un par de cosas.
Por ejemplo, que la Asociación Mexicana de Ginecología y Obstetricia no es un membrete... que es una historia viva, con 60 años de estudio y trabajo en servicio de la mujer mexicana. Sesenta años, en los que evolucionar ha sido aquí una obligación para el ginecoobstetra. Sesenta años... día con día, de hallar en la contribución, el privilegio de la recompensa.
Todo ello, erigido sobre cimientos con nombre y apellidos, entre los que destacan los dos pilares de nuestras dos grandes escuelas de la ginecología y la obstetricia: Alfonso Álvarez Bravo y Luis Castelazo Ayala. Y testigos presenciales de aquellos tiempos como de estos, lo son los presidentes que me precedieron y que hoy nos acompañan.
Apoyado en la mesa directiva en que estoy apoyado, no me asusta esta nueva empresa, en tanto voy a hacer, a mi conciencia, lo que mejor pueda hacer por esta asociación que tanto me ha dado y por este gremio que me ofrece un sentido de pertenencia.
Así, se atenderá al programa académico y al buen uso de los recursos económicos, bajo un sólo precepto básico: hacer lo que se debe de hacer, preservando la dignidad de la Asociación Mexicana de Ginecología y Obstetricia, cuyo principal patrimonio son los médicos que la conforman... aquí están los ginecólogos más respetables y más respetados del país; varios de ellos añaden a esta valiosa presencia nacional, un absoluto reconocimiento internacional.
Y a mucha honra, esa suma de prestigios es lo que nos califica, nos constituye y nos cobija.
Sucintamente, por lo que toca a las actividades para este año, se actualizarán y se continuarán programas para todos los profesores, atendiendo al interés de profundizar permanentemente en el conocimiento de la ginecología y la obstetricia; ello, en beneficio de las pacientes, de los médicos residentes, de los médicos especialistas y de los no especialistas, en quienes igualmente se cultiva una mejor preparación.
