El carácter esencial de cualquier tratamiento de la toxemia final del embarazo, es el de ser sintomático, pues nos son bastante conocidos los trabajos que se han emprendido para aclarar la etiología y patogenia de estos cuadros sin que hasta la fecha hayan sido resueltos, no obstante las prometedoras investigaciones de los SMITH.
En 1939, ALFARO DE LA VEGA (4) publicó la conducta que hemos seguido desde ese año hasta abril de 1950 en el tratamiento de la pre-eclampsia y eclampsia. En el curso de estos años las modificaciones a esta conducta tuvieron más bien el carácter de forma que de fondo.
En ese mismo año a sugestión de MAYORAL PARDO, se empleó un extracto alcohólico de Veratrum Viride, que fue pronto abandonado por su inconstante acción farmacodinámica, su difícil dosificación y por poseer un margen de seguridad tan corto que era peligrosa su administración. Sin embargo, su acción depresora de la tensión arterial, nos dejó una profunda impresión a pesar de lo fugaz e inestable de ésta.
En 1940, BRIAN Y FLEMING (5) publicaron la primera comunicación en la que establecen el uso del Veratrum Viride asociado al sulfato de magnesio en el tratamiento de la eclampsia convulsiva con resultados verdaderamente halagüeños, no obstante que usan, en nuestro concepto, un preparado que no tiene un control farmacodinámico indiscutible.
Siguiendo esta idea de BRYAN Y FLEMING, en los siguientes años se multiplican las investigaciones y aplicaciones de esta droga; y así, GREEN (9), WILSON (10), (15), IRVING (12), ASALLI (19), (25), ASALLI, KISTNER Y GARBER (20), GARBER, ASALLI, KISTNER Y PRYSTOWSKY (24), publican los resultados obtenidos con el uso de esta droga, sola o asociada a otros medicamentos, en el campo obstétrico, apoyados también en algunos casos en la experiencia obtenida por WILKINS, FREIS, STANTON (21) FREIS Y STANTON (14), MEILMAN, KRAYSER ( 26), FREIS (28), (29), en el campo de la Cardiología y la Farmacodinamia.
En nuestro medio, ARCE GÓMEZ (18) publica en 1949 la primera comunicación en el tratamiento de la enfermedad hipertensiva en el que usa el Veratrum Viride por vía oral con buenos resultados.
Por otra parte, atendiendo a la sugestión verbal y la lectura posterior del trabajo de RODRÍGUEZ LÓPEZ (13) del Uruguay, y a la consulta de la literatura publicada a este respecto, LULL, HUNGSON (7), MCELRATH, WARE, WIN, SCHELIN (16), ALFARO DE LA VEGA y cols, (17), ZARAGOZA (22), ESCALANTE VILLAMIL (23), GRAUBARD, PETERSON (27), nos obligaron a usar el clorhidrato de procaína por vía endovenosa en el tratamiento de la toxemia del final del embarazo.
