El contacto permanente con los manuscritos de los artículos originales, de las revisiones o de las comunicaciones de casos, confirma la insustituible necesidad de tener que destinar la mayor cantidad de horas posibles a la lectura de una amplia variedad de temas vinculados con nuestro diario desempeño de la ginecología y obstetricia. La investigación biomédica que atañe a nuestra especialidad es por

demás abundante y con ella el refinamiento, la complejidad de infinidad de protocolos de investigación que cada vez se realizan más pronto y así se ponen en práctica sus hallazgos.

¿Qué pasaría si durante uno o dos años decidiéramos retirarnos de la lectura de textos de nuestra profesión, de todo tipo de congresos o reuniones de intercambio con nuestros colegas? Seguramente que la reintegración a la práctica profesional sería impactante y por demás traumática. Los conocimientos básicos de anatomía, fisiología, endocrinología, embriología y demás ciencias serían el vínculo más sólido pero les haría falta el mantenimiento de su estructura.

El climaterio es uno de esos ámbitos que no podemos soslayar de la lectura y estudio, pues la investigación en torno a la misma nos está obligando a cambiar. Así, seguramente que a los lectores de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO les resultará sumamente interesante la lectura del trabajo original sobre la densidad mineral ósea y el 17β-estradiol sérico en mujeres postmenopáusicas.

Otro tema de interés para la lectura es el artículo de factores de riesgo y muerte fetal anteparto, sin duda complicación devastadora del embarazo.

Igual  de interesante resultará la lectura del trabajo  a propósito de la Prevalencia de Streptococcus agalactiae en mujeres embarazadas, un tema del que se requiere investigar más en la República Mexicana. La reunión de todas las experiencias y la comunicación de hallazgos son dos cuestiones decisivas para modificar la morbilidad originada por esta causa.

Como se ha señalado en editoriales previos, GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO es el foro más importante de comunicación de los ginecólogos y obstetras mexicanos, importancia que debe acrecentarse con la participación de todos. Y todos tenemos o hemos tenidos experiencias que debemos compartir. Todos estamos obligados a aportar nuestra colaboración para que la experiencia de los ginecólogos y obstetras mexicanos sea cada vez más abundante.

Dr. Carlos Fernández del Castillo