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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Editorial 9, septiembre 2023

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Editorial



Enseguida comento un artículo que hace una descripción de los conocimientos de las pacientes en relación con la identificación de signos y síntomas de alarma del riesgo obstétrico. El interés de comentarlo radica en el hecho de que el nivel de conocimiento de estas variables de riesgo obstétrico está en relación directa con el pronóstico del embarazo, de tal suerte que una paciente obstétrica que identifique tempranamente los signos y síntomas de alarma tendrá una evolución de la gestación más favorable.

Lo anterior, aunque parece obvio, pocas veces se ha analizado, de tal forma que gran parte de los artículos al respecto de este tema tienden a evaluar los conocimientos del médico en relación con el riesgo obstétrico pero pocas veces se determina qué tanto la mujer embarazada sabe o puede reconocer alguno de los datos preventivos.

Si bien este reporte evalúa a un grupo de pacientes atendidas en una Unidad de Medicina Familiar en el Norte de México, sus resultados pueden traspolarse a la mayor parte de la población que se atiende en servicios públicos en el país, en virtud de las características de la muestra estudiada.

Los resultados más destacables del artículo determinan que, prácticamente, el 60% de las mujeres encuestadas tenían un nivel de conocimiento “alto” de los datos de alarma. Esto coincide con dos de las variables estudiadas, de modo tal que las pacientes entre 20 y 34 años de edad, con estudios medios y superiores, tuvieron el nivel más alto de conocimiento. De acuerdo con este estudio y reportes similares se explica, en parte, que la mortalidad materna reporte cifras más elevadas en grupos poblacionales más desprotegidos y, por ende, con un nivel menor de escolaridad.

Estos resultados no son sorprendentes, más bien esperados, pero sí hacen hincapié en el hecho de que, sobre todo en los sitios en donde la atención médica tiene más carencias, debe instruirse a la paciente embarazada en relación con los datos que pueden poner en riesgo la evolución de la gestación.

Podría comentarse, de forma tangencial y a manera de una recomendación, que puede inferirse por los resultados de este trabajo que, si el enfoque de la salud materna va más allá del médico en el sentido informativo de los datos de alarma, quizá las complicaciones y muerte materna podrían verse reducidas.

Existen reportes de comunidades en donde en escuelas o reuniones sociales se imparten conocimientos de este tema, y donde la tasa de mortalidad materna es inferior en comparación con los grupos que no reciben información.

De lo anterior puede decirse, a manera de mensaje a través de este artículo, que los riesgos obstétricos pueden disminuirse si en una sociedad se informa, no solamente por profesionales de la medicina sino a través de grupos paramédicos, maestros y hasta líderes comunitarios de los síntomas y signos que, en el embarazo, significan un riesgo elevado de morbilidad y mortalidad.

Alberto Kably Ambe


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