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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Editorial 4, abril 2019

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Editorial

Alberto Kably Ambe | 1 de Abril de 2019


Alberto Kably Ambe


Entre las causas que ocasionan enfermedades a la mujer embarazada, o durante el puerperio, en esta edición de ginecología y obstetricia de mexico se publican dos artículos que desde distintos ángulos resolvieron los problemas. El primero de ellos evalúa las medidas preventivas para disminuir las causas de infección poscesárea y el segundo reporta un caso clínico de una plaga prácticamente desconocida en las grandes urbes: dengue en una mujer embarazada.

En relación con las infecciones poscesárea, los autores mencionan tres medidas generales, incluso universales, que han servido para abatir este problema séptico: administración de antibióticos profilácticos, aseo vaginal y retiro temprano de los catéteres vesicales. En el artículo en cuestión estas simples, sencillas y comunes medidas son las que marcan una diferencia en la aparición o no de procesos infecciosos secundarios a la cirugía.

A nuestro entender, la mayoría de los obstetras practica estos procedimientos rutinariamente pero no por ello debe menospreciarse el análisis de otras variables de importancia similar para tener el mismo desenlace en cuestión de sepsis; entre ellos destaca la asepsia quirúrgica preoperatoria, la indicación de la cesárea, el estado de las membranas amnióticas y la duración de la ruptura, el tiempo quirúrgico, la cantidad de sangre que pierde la paciente durante el procedimiento, la hemoglobina preoperatoria y otras, que son variables que de manera muy marginal se analizan en el artículo.

Es de indiscutible importancia ejecutar las tres medidas generales que analizan los autores, aunque el médico siempre debe ponderar su utilidad relacionándola con los factores generales que rodean al acto quirúrgico y que se mencionan en el párrafo previo.

El segundo artículo, que en esta edición de ginecología y obstetricia de mexico analiza  la morbilidad y mortalidad materna, se refiere al caso de una paciente con un cuadro infeccioso que fue diagnosticado, al inicio, como dengue “no grave” pero que fue la causa de muerte del feto y la paciente. Si bien el dengue es una enfermedad endémica, en algunas áreas con brotes epidémicos estacionales, para muchos obstetras el cuadro clínico es confuso al inicio y, como sucedió en el caso de la paciente aquí reportado, la evolución hacia cuadros severos con deterioro hemodinámico y coagulapatía es relativamente rápida y grave. El interés de este reporte radica en recordar que el dengue sigue prevaleciendo, razón por la que los médicos debemos permanecer alertas y saber cómo puede prevenirse y cómo tratarlo cuando aparecen los síntomas y, sobre todo, no olvidar que de un cuadro leve a uno complicado el tiempo es a veces muy breve y el desenlace fatal para la madre y su hijo.

Lo cotidiano es nuestra realidad y los casos excepcionales son rarezas que siempre deberemos tener en mente para no pasarlas por alto y en estas páginas siempre habrá espacio para incluir unas y otras.

Alberto Kably Ambe


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