Todos los ginecólogos y obstetras podemos ser demandados por una mala práctica o ser acusados de negligencia, impericia o abuso de confianza.

Las demandas a los médicos comenzaron a surgir hace apenas unos años porque, en efecto, se ocasionaban daños a las enfermas y porque también aparecieron los abogados, unos honestos, otros no, interesados en hacer una defensa de esos casos.

Ante tal situación, hace nueve años se creó la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), institución que desempeña un papel decisivo en la resolución de los conflictos que se presentan entre los médicos y sus pacientes y en la promoción de la mejoría de la calidad de la atención médica.

En este número de la revista GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO se incluyen las recomendaciones generales para mejorar la calidad de la atención obstétrica. Se trata de un documento preparado por un grupo coordinador de la CONAMED para la emisión de recomendaciones.

La lectura de esas recomendaciones habrá de resultar sumamente enriquecedora para todos los que ejercemos la obstetricia, pues no sólo permitirá corregir algunas deficiencias en nuestro diario quehacer sino asumir que es necesario ajustarse al cumplimiento de determinados procedimientos estandarizados para disminuir las probabilidades de cometer error o negligencia y, por ellas, ser demandados y tener que enfrentar un juicio.

Lo anterior viene a refrendar la necesidad de impulsar aún más el intercambio de experiencias, donde la comunicación escrita juega un papel decisivo, no sólo por el testimonio que se deja, sino por la posibilidad de que un mayor número de colegas puedan interesarse en el tema. Aún más, la participación en la investigación clínica y la correspondiente comunicación escrita de los resultados o el repaso de los temas de revisión, que son los que de manera más directa nos acercan a la actualización de problemas médicos cotidianos.

De lo hasta aquí señalado, no puede soslayarse la importancia de los valores y forma de comportamiento como atributos del buen médico. Al respecto, en esta edición se incluye un artículo original que versa sobre las actitudes y jerarquía de valores en un servicio de ginecología y obstetricia. Si bien todos los profesionales tienen cualidades comunes que incluyen: sentido del deber, disciplina y búsqueda de la excelencia, de los médicos se espera que profesemos valores, como el altruismo, la compasión, la integridad, la honorabilidad, la veracidad, el respeto y la responsabilidad.

Si estos últimos valores se convierten en nuestras prioridades las posibilidades de ser sujetos de una demanda habrán de disminuir de manera importante.

Dr. Carlos Fernández del Castillo