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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Editorial 7, julio 2006

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Editorial

Ginecol Obstet Mex | 1 de Julio de 2006

Ginecol Obstet Mex 2006;74:343



El interés clínico en la vejiga hiperactiva se ha incrementado en los últimos 10 años debido a la alta prevalencia en la población adulta y al  impacto que tiene en la calidad de vida de las pacientes. En estudios recientes se estima que sólo 15% de las pacientes con vejiga hiperactiva busca ayuda médica. Las mujeres tienen dos veces más riesgo de llegar a padecer incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva que los hombres.

La incontinencia es una de las principales enfermedades que originan alto grado de depresión. Ésta y la ansiedad generan miedo e inseguridad que limitan la capacidad laboral y de entretenimiento (viajes, deportes etc.), es decir, el día a día de la vida cotidiana.

El impacto epidemiológico de la vejiga hiperactiva y su repercusión en la calidad de vida han impulsado estudios de investigación en los últimos años que han propiciado el mejor conocimiento de la fisiología de la micción, del comportamiento vesical, de las distintas alternativas diagnósticas y, sobre todo, un enorme desarrollo en fármacos y en recursos de tratamientos conductuales, rehabilitación del piso pélvico, neuromodulación y tratamiento quirúrgico.

Existen muchos factores fisiológicos desconocidos y el control de los síntomas de la vejiga hiperactiva se encuentra en su fase inicial. Cada opción de tratamiento se escoge dependiendo de: el tipo de incontinencia, gravedad, condición médica del paciente, otras enfermedades concurrentes y la edad.

En esta edición de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO se incluye un estudio comparativo de la prevalencia de vejiga hiperactiva en pacientes menores de 50 años con y sin hiperprolactinemia.

Esta última se relaciona de manera importante con el síndrome de vejiga hiperactiva.

La incapacidad prenatal tiene como finalidad disminuir el estrés emocional, la fatiga física y proporcionar un ambiente de mayor tranquilidad para esperar en las mejores condiciones el nacimiento del hijo. Sin embargo, en algunas instituciones la incapacidad pre y posnatal se juntan de tal suerte que los 84 días empiezan a contar a partir del día en que se expide la incapacidad a la mujer, algunas veces siete días antes de la fecha estimada para el parto. En el artículo “Morbilidad materno fetal relacionada con el aplazamiento de la incapacidad laboral prenatal”, que forma parte de este número de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO, se concluye que sobrevienen más enfermedades maternas en las mujeres que difieren su incapacidad laboral prenatal en comparación con las que dejan de trabajar 42 días previos a la fecha estimada para el parto.

En la sección Hace 55 años el doctor Fernando Perera Castillo nos recuerda el lugar de la cirugía en el aborto. La lectura de este artículo no es sólo una referencia histórica para saber cómo se conducían los médicos de aquellos años, sino el recordatorio de que los conceptos básicos, fundamentales, de la Medicina no han cambiado, y no cambiarán. El doctor Perera decía: “Los abortos uterinos (amenza, en involución, incompletos, etc.) deben de ser tratados por ginecotocólogos...” y hace una serie de reflexiones en torno a los abortos incompletos, uterinos, que no terminan por medios médicos, las metrorragias, los legrados, etc., que hoy en día siguen siendo válidas.

Carlos Fernández del Castillo


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