Los editores, el consejo y el comité editorial de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO nos sentimos complacidos por la trascendencia que día a día ha logrado la revista de los ginecólogos y obstetras mexicanos. El crecimiento y el éxito de una publicación se miden por la cantidad de lectores y, en el caso de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO, éstos son más de 15,000 por mes; de éstos, 4,500 reciben la versión impresa en papel, el resto la consultan en  la internet.

Ante tal cantidad de lectores, y la posibilidad de ver acrecentado su número, el proceso de selección de los artículos que se proponen para su publicación tiene mayores exigencias, todas ellas basadas en los lineamientos establecidos por los organismos encargados de la vigilancia y calificación de las revistas científicas.

El tiempo y el esfuerzo dedicados a la revisión minuciosa de los manuscritos, al intercambio de opiniones entre los miembros del comité editorial y los autores, son cada vez mayores, pues también mayores son las exigencias para colocar a la revista en las mejores y más prestigiadas bases de datos de información en ciencias de la salud (Index Medicus, Medline, Science Citation Index, Artemisa, Índice Médico Lationoamericano y otros más en los que está inscrita).

En el transcurso de los últimos seis meses no sólo han aumentado nuestros lectores, sino el interés de muchos de ellos expresado en las cartas dirigidas al editor para comentar artículos, criticarlos y aportar opiniones valiosas.

Así como la mayor recompensa de cualquier autor de un escrito es alcanzar la mayor cantidad de lectores, la recompensa de los editores y de los miembros del comité editorial radica en tener cada vez más manuscritos entre los cuales elegir los mejor estructurados desde el punto de vista metodológico, los de investigación más rigurosa o las revisiones más exhaustivas, útiles y amenas.

Hoy tenemos más lectores que hace un año y muchísimos más que en 1945, cuando apareció el primer número de esta revista.

Nuestra preocupación y nuestra responsabilidad es contribuir la educación continua de nuestro colegas.

Este número ofrece al lector varios temas para la lectura y reflexión; de entre ellos vale la pena resaltar el que expone un panorama actual de la epidemiología y factores de riesgo de cáncer de cuello uterino. Éste es la principal causa de muerte por cáncer en la mujer, aun cuando en años recientes se haya reportado un descenso del 20% en sus cifras de mortalidad. Los autores de este artículo destacan que la actividad sexual y la paridad en la adolescencia, la infección cervical por el virus del papiloma humano y la deficiencias nutricionales constituyen factores de riesgo vinculados con la causa de la enfermedad.

El artículo que revisa el desarrollo psicosexual y la educación sexual se relaciona espontáneamente con el anterior pues, como se plantea en el primero, la ausencia o carencia de educación sexual han dado pie al aumento de la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual, factor causal del cáncer de cuello uterino. Los demás artículos también son importantes e interesantes.

Dr. Carlos Fernández del Castillo S.