Esta edición de ginecología y obstetricia de méxico contiene la opinión de un grupo de expertos en diagnóstico y tratamiento de la anemia en la mujer embarazada. Se trata de un documento que refleja la experiencia clínica de los participantes y el esfuerzo del grupo en el análisis minucioso de la bibliografía de los últimos años referente al diagnóstico y tratamiento de la mujer embarazada con anemia. El propósito fundamental de dejar por escrito esa experiencia es proporcionar al médico de primer contacto (médico general, familiar, ginecoobstetra o especialista no hematólogo) una herramienta práctica basada en evidencia que facilite el diagnóstico y tratamiento oportunos de la mujer embarazada con anemia por deficiencia de hierro. Este documento propone la unificación de los criterios para agilizar el diagnóstico y racionalizar el uso de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento para mejorar la calidad de vida y la funcionalidad de pacientes con esta enfermedad. El diagnóstico de anemia puede fácilmente establecerse valiéndose del análisis sanguíneo que incluye la determinación de ferritina sérica. La medición de hierro sérico no debe usarse como único marcador para establecer el diagnóstico; deben descartarse otras causas, además de las carenciales, que generen anemia en la paciente. Es importante proponer la toma de hierro complementario no sólo durante el embarazo sino también luego del nacimiento o enseguida de un aborto para reponer el hierro perdido.

Se estima que 15% de las parejas que viven en países industrializados son infértiles; es decir, tienen falla para concebir, en edad reproductiva, luego de 12 meses o más de coitos regulares sin anticoncepción. Durante la última década se ha incrementado la demanda de tratamientos de reproducción asistida porque se cree que ahora son más efectivos.

En esta edición de ginecología y obstetricia de méxico se incluye el Consenso Nacional Mexicano de Reproducción Asistida  que tiene como propósito unificar el criterio terapéutico y el servicio a las pacientes y sentar el precedente para una Norma Oficial Mexicana al respecto y de ayuda para la legislación de estos procedimientos.

De este Consenso sobresale que la selección de pacientes para las técnicas de reproducción asistida es el primer paso de todo el proceso. Una correcta selección llevará al éxito, de la misma forma que una mala selección conducirá al fracaso. Para el caso de la ovodonación la recomendación más importante es que sólo se transfieran uno a dos embriones con el propósito de reducir las tasas de embarazo múltiple y mantener tasas elevadas de embarazo.

Hace 57 años se publicó en estas páginas de ginecología y obstetricia de méxico un artículo escrito por el doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez a propósito del drama de las posiciones occípito-posteriores de vértice en donde señala que: “Antaño, si una cabeza en occípito-posterior no lograba encajarse después de muchas horas de inútil sufrimiento para la paciente, cuando la comadrona confesaba su incompetencia o la familia se convencía de ella y de la ineficiencia de rezos o imágenes milagrosas, se llamaba al médico. Si éste diagnosticaba con exactitud el caso y quería apegarse a las indicaciones de sus clásicos, completaba la dilatación del cuello por el método de Bonaire si era necesario, e intentaba la rotación manual de la cabeza con la esperanza de lograr su encajamiento en occípito-anterior y aplicar luego un fórceps alto. Esta rotación manual, que explicada en los libros parece muy fácil, no lo es tanto en el terreno de la práctica y recuerda bastante el acto de torcerle el pescuezo a un pollo, por más que se recomienda que un ayudante empuje exteriormente el hombro para que el cuerpo gire también.”