Desde los trabajos de Hogben (1) que utiliza un batracio, el Xenopus Laevis Daudin, para el diagnóstico precoz del embarazo, inyectando orina de embarazada; los más recientes de Galli Mainini (2) en Argentina, usando el Bufo Arenarum; los de Ramírez Olivilla, Benach y Martell en Cuba (3), en la Rana Toro; los de Wiltberger y Miller (4) en Norteamérica en la Rana Pipians, nos hicieron pensar que en nuestro medio debía existir un batracio que respondiera de manera semejante, a los antes citados, con excepción del sapo de garras usado por Hogben, que se encuentra solamente en Sudáfrica.
Nuestras primeras experiencias (*) fueron llevadas a cabo con diversas variedades de ranas machos y los resultados fueron irregulares, unos negativos, otros positivos, y en varias ocasiones murieron los animales después de la inyección. Los fracasos obtenidos los atribuimos a que en algunas de las variedades, los caracteres sexuales secundarios no son muy aparentes y se prestan a confusiones y, otras veces, al poco peso del animal -25 gramos- que no tolera grandes cantidades de orina. Al final encontramos la rana Montezumae con la que hemos estado trabajando (**).
Clasificación de la rana Montezumae, desde el punto de vista zoológico:
Reino. – Animal Familia. –Ranidae
Philum.- Chordata Subfamilia. Raninae
Subphilum. –Vertebrata Género.- Rana
Clase.- Anphibia Especie.- Montezumae
Orden.- Salientia
Distribución geográfica.- Su distribución geográfica comprende gran parte de la República Mexicana, principalmente en su parte central, habiendo sido encontrados especímenes de esta rama en las siguientes entidades: Distrito Federal y Estados de México, Aguascalientes, Michoacán, Puebla, Querétaro, Jalisco, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Oaxaca y Tabasco. Es probable que en algunas regiones intermedias también existan.
Morfología exterior.- Su color es moreno o grisáceo, con manchas redondas u ovaladas más oscuras y circundadas por series de manchitas blancas. Presenta manchas semejantes e igualmente limitadas en las patas, siendo a veces tan grandes, que semejan bandas transversales. Tienen un pliegue glandular dorsolateral; sus patas son cortas, alcanzando el talón hasta un punto intermedio entre el tímpano y el ojo; sus pies y manos son más bien pequeños y tiene tubérculos subarticulares diminutos; las puntas de los dedos de los pies están ligeramente engrosadas; el primer dedo de la mano es más largo que el segundo; tiene papilas o crestas longitudinales entre los pliegues glandulares dorsolaterales; los costados están cubiertos con gran cantidad de pequeños tubérculos de tamaño uniforme; su vientre generalmente es de color blanquecino y sin manchas, y sus patas y manos con un ligero color rosado. El macho adulto mide de 6 a 11 centímetros de longitud de la cabeza a la extremidad del cóccix, y su peso oscila alrededor de 60 gramos. El macho se diferencia de la hembra en su menor tamaño, sus brazos son más cortos y anchos y con una callosidad negra en el pulgar; tiene también una característica que no posee la hembra, la presencia de un saco vocal a cada lado de la extremidad cefálica, sacos que se llenan de aire cuando croa. Tomando al animal por las axilas, entre el índice y el pulgar y haciendo compresiones rítmicas, se provoca el croar del macho y de la hembra, siendo más intenso y de tono más grave el del primero. Colocando el macho sobre la cara dorsal y frotándole el pecho con los dedos, responde abrazándose de los dedos (reflejo del brazo sólo presente en el macho). El vientre de la hembra es más ancho, sobre todo durante la época del celo, por encontrarse cargada de huevos.
Estos datos fueron proporcionados por el Dr. Rafael Martín del Campo, del Instituto de Biología.
