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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Frigidez sexual

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Frigidez sexual*

Sexual frigidity.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Diciembre de 2004

Ginecol Obstet Mex 2004;72:656-8


Por Robert E. ROUGELOT, Jr.
Traducido por el Dr. Ramón de la FUENTE


* Reproducido de Ginecología y Obstetricia de México 1949;IV(Núms. 18-19):210-2.


La alarmante frecuencia con que los divorcios ocurren en nuestros días y los pretextos inconsistentes por los cuales muchos matrimonios son destruidos, han llamado nuestra atención al tema de la frigidez sexual, ya que ella es con demasiada frecuencia la raíz profunda del problema, no importa en qué términos eufemistas puedan describirse los motivos del divorcio.

Aunque no es posible dar cifras concretas, en general, se estima que un veinticinco por ciento de las mujeres son frígidas.

La frigidez debe ser adecuadamente definida, ya que el término en su uso común comprende muchos significados, tales como dispareunia, falta de apetito sexual, falta de sensación sexual, anestesia vaginal, etc. La frigidez es realmente una neurosis y su mecanismo es la inhibición psíquica. En un sentido más preciso, frigidez significa falta de capacidad para obtener el orgasmo vaginal, ya que muchas mujeres experimentan sensaciones sexuales placenteras que no pueden ser consideradas como orgasmos verdaderos.

El orgasmo en la mujer es una compleja experiencia psicoginésica cuya fisiología no ha sido aún completamente determinada.

Varios factores en este complejo se encuentran bien establecidos. Primero que nada debe haber receptividad y responsividad por parte de la mujer. El siguiente paso es el despertar de las sensaciones sexuales a través del contacto físico, llamado juego amoroso. Durante esta fase, se alcanza un estado de tumescencia. Los genitales se ingurgitan con sangre; el clítoris se pone erecto; las glándulas de Bartholino secretan gran cantidad de moco; y es posible que ocurra un aumento del peristaltismo de las trompas, del útero y de la vagina.

En la fase de detumescencia, después de una serie de impulsos excitantes mediados a través del centro eyaculatorio, hay una reacción violenta que envuelve totalmente al cuerpo y que es probablemente más manifiesta en el sistema nervioso simpático. La presión sanguínea se eleva, la respiración aumenta. Puede haber ingurgitación temporal de los vasos cerebrales, desmayos, gritos y movimientos involuntarios y localmente un impulso motor intenso con aumento de la movilidad uterina, espasmos musculares en el elevador y constricción de la vagina y ocasionalmente emisión involuntaria de orina y espasmo glúteo. Simultáneamente hay una fase psíquica que varía en cada caso individual, así por ejemplo: una enferma describe este aspecto como una sensación de que el yo abandona el cuerpo y queda suspendido en el espacio con un momento de intenso egoísmo. Esta fase es seguida por un sopor placentero que puede durar varias horas.

Los factores que producen la inhibición del organmo normal no se prestan fácilmente a ser clasificados, pero con fines prácticos se les puede dividir en:

1°.- Causas debidas a conflictos psico-sexuales profundos
2°.- Aquellos debidos a factores situacionales o ambientales fácilmente reconocibles.

Cuando investigamos el origen de los conflictos psico-sexuales de la mujer encontramos que el mecanismo de esta neurosis está inspirado en el complejo conocido como “Envidia del pene” (KNIGHT). Según este complejo, la niña al encontrarse a sí misma sin el órgano masculino, adquiere por ello un sentimiento de inferioridad, pudiendo reaccionar con sentimientos masoquistas o actitudes de odio hacia el hombre como padre o amante. Este es un concepto freudiano, el cual ha sido elaborado y difundido con cierta extensión por algunos psiquiatras.

Elena DEUTSCH, por otro lado, señala dos principales factores en la mujer: el narcisismo y el masoquismo los cuales cuando van asociados con factores tales como actitud maternal exagerada y fijación a objetos sexuales anteriores resultan en inhibiciones del impulso sexual.

Generalmente se considera a la mente integrada por el ID, compuesto de impulsos primitivos, el Ego que es el yo consciente y el Super Ego o conciencia moral condicionada por influencias sociales, religiosas, morales, parentales y educativas. Cualquier conflicto del Super Yo o del Yo con el ID, puede dar como resultado inhibiciones en la respuesta sexual normal. Estos conflictos originan en la niñez y temprana adolescencia complejos tales como la homosexualidad, fijaciones infantiles, narcisismo, ascetismo, y odio al padre, complejo de Edipo y otros, que señalan la falta de desarrollo emocional. Esto no debe ser interpretado como carencia de libido. La libido existe pero su gratificación depende del objeto sexual del individuo y éste puede ser solamente una fantasía onírica.

Ha habido considerables discusiones sobre si el verdadero sitio del orgasmo está en el clítoris o en la vagina. Algunos, como KNIGHT piensan que el clítoris juega un papel muy importante como órgano sexual en la niñez y que en algunos casos con la madurez sexual no se transfiere la sensación placentera a la vagina con el resultado de que en la frigidez la sensibilidad está reducida y permanece en el clítoris; por esto, el placer clitorideo es posible, pero no resulta en verdadero orgasmo físico, debido a que la zona erótica permanece infantil.

Habiendo considerado brevemente la génesis de los conflictos psicogenésicos profundos, los cuales son del dominio de la Psiquiatría veamos algunas de las causas más comunes, tal como son apreciadas en la práctica diaria.

Hay muchos enfermos cuyos problemas pueden ser resueltos por el ginecólogo si éste se toma el tiempo necesario para obtener una historia completa y emplea el peso de autoridad como médico, para instruir y aconsejar convenientemente a la paciente. Muchas enfermas acuden al médico con aparentes dolencias físicas pero que si son cuidadosamente analizadas, se encontrará que provienen de conflictos sexuales. Algunas de las muchas causas de la frigidez apreciadas en la práctica son:

A.- Condiciones usualmente desarrolladas en la adolescencia y en la niñez.

1°.- Falta de educación en la fisiología del sexo y en la técnica sexual.
2°- Prejuicios morales y religiosos profundamente enraizados.
3°- Temores, disgustos, repugnancias, instigados por padres, educadores u otras personas.
4°- Prejuicios sociales y temores relacionados con la menstruación, la lactancia y el embarazo.

B.- Condiciones a las cuales STEKE se refiere como traumas sexuales en el adulto.
1°- Temor a la desfloración.
2°-Traumatismo de la primera experiencia sexual.
3° Experiencias sexuales extraordinarias como violación, exhibicionismo, perversión, etc.
4°-Temor a enfermedades venéreas.
5°-Sentimiento de vergüenza o de culpa.

C.-Condiciones frecuentemente encontradas en el matrimonio.
1°-Elección errónea de pareja.
2°-Proceder en la noche nupcial.
3°-Fobia a la preñez.
4°-Disminución de interés sexual en el esposo.
5°-Infidelidad del esposo.
6°-Impotencia o eyaculación prematura.
7°-Onanismo.
8°-Ineptitud en la técnica sexual por parte del esposo.
9°-Diferencias entre ambos cónyuges en intereses sociales e intelectuales.

E.-Condiciones del ambiente.
1°-Vivir con familiares y parientes políticos.
2°-Relaciones demasiado íntimas con niños, por ejemplo: convivencia de muchas personas en un espa- cio reducido.
3°-Ingresos insuficientes para el sostenimiento de la familia.
4°-Enfermedades de tipo constitucional.
5°-Exceso de trabajo, fatiga, inquietudes económicas.

Algunos síntomas pueden asociarse con la frigidez en la forma de mecanismo de escape tales como dolor de cabeza, dolor de espalda, fatiga, dolor pélvico, etc.

Para establecer el diagnóstico de frigidez verdadera, el ginecólogo debe ser hasta cierto punto psiquiatra. Deberá primeramente investigar el papel del marido, pues frecuentemente los errores del hombre, su ineptitud o su impotencia son la causa de todo el problema.

Por parte de la mujer uno debe primero ganarse su confianza y luego con tacto establecer las causas básicas del desajuste. Las causas físicas no son demasiado importantes pero requieren su corrección cuando se les encuentra. Estas pueden ser tales como un himen rígido, anomalías congénitas, carúnculas uretrales, vaginitis, infecciones pélvicas, relajación del periné, retrodesviación y otras lesiones orgánicas. El dolor ocasionado por causas orgánicas, definitivamente provoca inhibiciones sexuales y el examen prenupcial puede indicar la incisión del himen rígido, ejercicios para estrechez vaginal y otras medidas correctivas. Cuando las causas físicas son eliminadas o faltan, la mejor terapéutica es el consejo del médico; su autoridad y la confianza puesta en él por la enferma pueden ser empleadas para dar fin a su ignorancia, sus temores y sus tabús.

Una discusión franca de la técnica sexual, frecuentemente, aclara el problema. A este respecto, la entrevista prenupcial puede hacer mucho por evitar la frigidez, ya que aconsejando y educando a la mujer en la fisiología sexual se podrá prevenir el desarrollo de este trastorno, que una vez establecido por tiempo largo puede ser difícil de corregir; las pláticas deben hacerse empleando un lenguaje simple y digno. El empleo de láminas anatómicas puede tener grandes ventajas ya que mucha gente no tiene sino conocimiento esquemático de la anatomía genital. Se encontrará ventajoso recomendar libros y folletos de materia sexual que confortarán al paciente y reforzarán el consejo del médico.

En los casos de que estas sugestiones fracasen será necesario referir el enfermo al psiquiatra para su tratamiento psicoanalítico.


BIBLIOGRAFÍA

KNIGHT, ROBERT P.: Functional Disturbances in the Sexual Life of Women, Bulletin the Menninger Clinic, Vol. 7, 1943, pp. 25-35.
DEUTSCH, HELENE: The Psychology of Women, Grune Stratton, Vol. 1., 1945.
STEKEL, WILLIAM: Frigidity in Women in Relation to Her Life, Translation by James Van Teslaar, Boni and Liverwright, New York, 1926.

 


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