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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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Resultados clínicos del empleo de altas dosis de dietilestilbestrol en la amenaza de aborto

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Resultados clínicos del empleo de altas dosis de dietilestilbestrol en la amenaza de aborto

Clinical results of the use of high doses of diethylstilbestrol on abortion threat.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Agosto de 2006

Ginecol Obstet Mex 2006;74:444-9


Dr. Luis CASTELAZO AYALA
Profesor de Obstetricia, Facultad Nacional de Medicina

 

* Reproducido de: Ginecología y Obstetricia de México 1951;VI:195-203.

La falta de conocimiento de todos los factores etiológicos que actúan en la producción del aborto explica que los tratamientos para prevenir y evitar este accidente sean en gran parte empíricos aún en nuestros días y que las investigaciones tendientes a la elucidación de ese problema ocupen numerosos capítulos en la literatura de la especialidad. Conforme las investigaciones aparecen proponiendo tratamientos novedosos basados en hallazgos histopatológicos o clínicos en lotes de pacientes más o menos reducidos, el mundo médico emplea con profusión los recursos recién descubiertos, sólo para cerciorarse a la larga de que poco o nada debe en realidad esperarse de ellos. Tal ha ocurrido con gran cantidad de medicamentos.

En la actualidad ocupan un lugar destacado en la profilaxia y terapéutica antiabortivas diversos tratamientos hormonales y vitamínicos, a más del único recurso que ha logrado subsistir a través de todos los tiempos y al cual hasta hace poco se le empieza a reconocer su primerísima importancia: el reposo. La popularidad de los tratamientos vitamínicos (E, C y K) retrocede rápidamente en nuestros días y su uso se ha visto reducido a muy contados casos que muestran deficiencias específicas. De los tratamientos hormonales el que emplea extracto tiroideo ha quedado reducido a las insuficiencias de la glándula tiroides y los que utilizan gonadotropinas de cualquier variedad han resultado ineficaces y muy costosos. Queda todavía a discusión el rendimiento de la progesterona y los estrógenos en la prevención del aborto.

Desde las experiencias de Corner y Allen (1) en 1929 demostrando la necesidad de la progesterona para la conservación del embarazo sobre todo en​ los primeros meses, se ha utilizado esta hormona profusamente en la prevención del aborto, en razón de su acción inhibidora sobre el músculo uterino y de su capacidad para favorecer y consolidar las ligas del huevo con la decidua. Numerosas publicaciones relatan buenos resultados con su empleo, (2, 3, 4, 5, 6 y 7) aun cuando todas ellas cuentan con un escaso número de pacientes. En 1939 Venning y Browne (8) demostraron que la forma de excreción de la progesterona es el glucuronidato sódico de pregnandiol y que la cantidad en que éste se elimina en la orina es índice de la concentración de progesterona circulante. guttermAn y tulsky (9) en 1949 utilizan la dosificación del pregnandiol urinario en los casos de amenaza de aborto para condicionar a ella la administración de progesterona, y demuestran de manera palmaria que cualquiera que sea la eliminación del pregnandiol, las dosis habituales de progesterona usadas en la amenaza de aborto son inefectivas. Sugieren la posibilidad, con hipótesis bien fundada, de que dosis de 80 a 120 mg diarios de progesterona resulten útiles. titus (10) refiere haberla empleado en muchos casos sin apreciar ningún beneficio de importancia.

Las investigaciones sobre la hormonología del embarazo realizadas por smith y smith (11, 12 y 13) desde 1936 y celosamente continuadas hasta nuestros días, los llevaron a proponer y ensayar el uso de altas dosis de estrógenos para combatir la amenaza de aborto. El aumento de ellos, afirman, disminuye la concentración de gonadotropinas coriónicas y aumenta la de progesterona, demostrable lo primero por dosificación directa y lo segundo por aumento proporcional del pregnandiol urinario.​ 
 
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