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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA PARA LOS PROFESIONALES DE LA SALUD


Tratamiento de la hipoagalactia y agalactia por la oxitocina

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Tratamiento de la hipoagalactia y agalactia por la oxitocina*

Hipoagalactia and agalactia treatment of oxytocin.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Noviembre de 2013

Ginecol Obstet Mex 2013;81:677-685


Alberto González Cuesta

Puebla,  Pue.

 

* Reproducido de: González-Cuesta A. Tratamiento de la hipoagalactia y agalactia por la oxitocina. Ginecol Obstet Mex 1958;13:345-358.

 

Debido al hecho de que he encontrado en mi práctica privada, así como en dispensarios de consulta gratuita, una alta incidencia de casos de agalactia o hipogalactia, y en vista de que en realidad no existe un medio positivo o relativamente satisfactorio para inducir, restablecer o iniciar la producción de leche en la madre concebí la idea de buscar un medio científico que solucionara este problema, que tiene mayor trascendencia en países poco desarrollados económica y científicamente, debido a que en este medio la partera es la que maneja estos problemas.

Es indudable que este problema se presenta en todos los países; si en algunos no reviste la importancia de antaño, es debido a los adelantos del arte dietético de la nutrición y a la existencia de bancos de leche que compensan de una manera admirable la alimentación materna sustituyéndola por la alimentación artificial específica.

En nuestro medio, desgraciadamente, persiste este problema, debido a la precaria situación económica de la mayor parte de las familias, que no pueden recurrir a la leche industrializada para el consumo de sus hijos y tienen necesidad de recurrir a la leche natural de vaca. La calidad de este alimento, por maniobras de adulteración, la hacen insuficiente para el buen desarrollo del niño y si a esto se agrega el factor infeccioso por mala higiene en la ordeña y falta de cuidado en su preparación por la madre, por su ignorancia, no debe extrañar que los trastornos gastrointestinales sean frecuentes en la morbilidad infantil.

El ideal es que el niño se alimente al seno materno la mayor parte de su lactancia y defendemos esta alimentación con verdadero ahínco, pues aún en el caso de contar con buena leche e higiene, se tropieza con problemas de intolerancia al alimento artificial que inducen a padecimientos gastrointestinales de repetición, desnutrición  y muchas veces trastornos alérgicos.

En el año de 1955, leyendo la revista Fortune,1 me encontré que Du Vigneau y colaboradores habían obtenido la síntesis de la oxitocina y le describían un poder excretor de leche. Posteriormente leí en What's New2,3 la misma aseveración, y pensé usarla en esta forma como productora de secreción láctea.

Esta actividad estaba en desacuerdo con mis conocimientos acerca de las hormonas de la pituitaria, ya que la hormona lactogénica se encuentra en el lóbulo anterior, y la oxitocina en el posterior, y sólo se le conoce actividad fisiológica como oxitócico.

Mi primer problema fue explicar cómo podría trabajar en esta forma la oxitocina, así que empecé a buscar literatura sobre hormonas de la pituitaria, encontrándome desorientado al no hallar en la literatura a mi alcance explicación alguna, ni aun pequeñas citas al respecto.

Por lo tanto, me decidí a usarla en forma empírica, en un caso en el que no había secreción hasta el cuarto mes post-partum, así como en otros dos casos similares. El resultado no fue totalmente claro, pero comprobé que después de tres inyecciones de 10 U de oxitocina, se presentaba secreción; esto me sugirió usarla con más frecuencia, teniendo cuidado de comprobar la ausencia de embarazo.

Continué buscando bases y mis resultados fueron buenos, lo cual comprobé claramente en los casos 4, 6 y 7 concluyendo que debería haber alguna razón que diera estos resultados.

En mi búsqueda encontré el artículo “Síntesis de la oxitocina” de Du Vigneaud4 en el que comunica una actividad excretora en el ser humano, tanto en la forma sintética como en la biológica, en la relación de una gama a una unidad y que producen excreción en 20 o 30 segundos.

Al mismo tiempo encontré algunos otros trabajos de esta actividad excretora5 que yo había comprobado usando 10 U cada 6 horas por 6 dosis, con resultados claros que aumentaban el peso de la glándula, un verdadero crecimiento y secreción generalmente a la tercera dosis manteniendo el niño al pecho cada tres horas, y un resultado franco a la sexta dosis, con secreción que se prolongaba por un tiempo de tres a cuatro meses en las casos que pude controlar, procediendo en algunos casos a espaciar las dosis a cada 8 o 12 horas e intercalando, a veces, a partir de la cuarta, placebos para poder seguir los resultados por más tiempo, ya que es difícil en nuestro medio controlar por largo tiempo a la paciente; comprobando la positividad aún en el caso que la alimentación de la madre fuera deficiente o existiese anemia clínica.

El caso número siete es de los más interesantes porque se trata de una puérpera con enfermedad poliquística de la mama y agalactia total en los dos embarazos anteriores, siendo el resultado francamente  positivo.

En algún caso, como en el número veintitrés, se suspendió el tratamiento a la tercera dosis por metrorragia, persistiendo la secreción. En el número veinticinco se lograron controlar, por el buen resultado, los trastornos alérgicos del lactante.

Hasta la fecha solamente he encontrado enunciados aislados del poder excretor de la oxitocina, sin aseverar resultados ni dosificaciones, lo que añadido a mis resultados logrados, me induce a que se haga del conocimiento médico este trabajo, para su difusión y juicio clínico terapéutico, ya que lo considero, por su buen resultado, como una experiencia feliz y superior a todos los fármacos que se usan por sistema para lograr la desaparición de este problema de agalactia e hipoagalactia.

 

BASES  FISIOLÓGICAS

El uso de la oxitocina ha dado resultado en la vaca aumentando la producción láctea, pero nunca producción láctea ni por largos periodos. Sumpter5 refiere un caso en una mujer con resultados al quinto mes post-partum, la cual tenía necesidad de alimentar a dos niños a la vez.

Por algunos años persistió la idea de que los extractos pituitarios tenían, naturalmente, acción galactogénica, y en 1930 Turner y Slaughter5,6 confirmaban la creencia de la actividad excretora de la pituitaria en la vaca, mecanismo normalmente efectivo durante la lactancia y que no es una verdadera actividad galactogénica. Ely y Pettersen,7 en 1946, observaron una actividad excretora en las preparaciones comerciales de oxitocina y vasopresina, siendo ésta menos activa y considerando su acción en esta última como debida a impurezas en la separación de la oxitocina, dichos resultados fueron obtenidos en conejos.8

Waller9,10 concluye que el descenso de la leche en los animales y en el hombre, produce una sensación de piquetes, dureza y escurrimiento que la mujer llama “bajada de la leche” y que se considera un reflejo que puede ser inhibido por la distracción o estados emocionales.12 Este reflejo se presenta por la succión u ordeña y ha sido descrito en el hombre, no pudiendo sostenerse que se trate de un simple reflejo debido al hecho de fallas repetidas para demostrar alteraciones en la secreción, por medio de la interrupción en el sistema nervioso motor de la glándula.

Ely y Pettersen han dicho que se trata de un reflejo neurohormonal, formado por el sistema nervioso, con la glándula y la pituitaria, siendo el eslabón de esta cadena reflejo de la oxitocina.

Durante la década actual hay afirmaciones directas de la hipótesis oxitócica basadas en los estímulos eléctricos en el sistema supraóptico hipofisiario, en las cabras, y la denervación o remoción de la neurohipófisis. El ejemplo más claro de la forma en que se produce la excreción de la leche se puede ver en el conejo, ya que el reflejo de respuesta que se obtiene por la succión puede ser duplicado por un estímulo eléctrico del sistema infundibular, o por la inyección de 0.01 UI de oxitocina, encontrando que cualquiera de estos dos medios permite obtener leche por el crío del hurón, rata o conejo, anestesiado.

 

Los estímulos eléctricos aplicados en la vecindad del núcleo paraventricular han dado excreción láctea en adición al estímulo de la zona infundibular y el lóbulo neural.

La respuesta a la estimulación de la neuroepífisis tiene mayor periodo de lactancia, que es típico de los efectos humorales de tipo medio y no tiene efecto en caso de lesiones de la eminencia media anterior que hayan causado atrofia neuroepifisial. Estas lesiones no afectan al modo de efectuarse la lactancia ni previenen la secreción láctea, pero la cantidad que se puede remover es menor a menos que se haga una inyección repositaria de hormona posterior, lo que se ha comprobado en los hurones, dándola previamente a la lactancia.

Es probable que la oxitocina sea la hormona fisiológica de la excreción láctea, dado que es 6 veces más activa que las hormonas antidiuréticas, lo cual se ha comprobado en la lactancia del conejo, y la adición del factor antidiurético es incapaz de afectar la excreción láctea.

Otras confirmaciones del efecto de la oxitocina para remover la leche en la glándula mamaria se han realizado a través de la inyección en los conejos obligados a succionar en condiciones anómalas. Este experimento demuestra una reducción del 20 al 100%, y un paralelismo en la respuesta quimográfica; y la remoción normal se asociaba con un reflejo de respuesta de 0.05 UI de oxitocina; la mitad de la secreción normal respondía de 0.01 a 0.05 UI; y menos de 15% de la secreción con una ausencia completa de reflejo de eyección.

La inhibición emocional de la liberación de oxitocina se acompañaba en algunos casos de un efecto de inhibición periférica en la glándula mamaria, como se prueba con la falla de 0.05 UI para restaurar la remoción normal láctea. En semejantes casos el record reducido era similar al producido por la inyección de una microgama de adrenalina intravenosa dada justamente antes que la oxitocina en la misma cantidad indicada.

Es muy probable que el bloqueo periférico producido en este experimento involucre una vasoconstricción mamaria, debida a la activación de causa simpático-adrenal del hipotálamo.

Probablemente deba afirmarse, por evidencia confirmatoria en otras especies, que sea necesario asegurarse de la acción de la neurohipófisis en la función mamaria para aceptarla de un modo tan definitivo como se acepta actualmente la función renal.

Trabajos anteriores que involucran interferencias experimentales en la región hipotálamo hipofisial y que han dado en algunos casos resultados equívocos en relación con la lactancia, son debidos a que en ningún caso se ha estudiado de un modo eficiente la remoción láctea y el criterio usual de la forma de producción láctea se valoraba por el resultado de supervivencia o muerte del lactante.

El fracaso en recolectar grandes cantidades de leche no debe atribuirse a un defecto en la eyección láctea, en ausencia de una sustitución terapéutica de hormona posterior de la hipófisis que pueda tener éxito, debido a que no se puede garantizar una adecuada secreción láctea; dicho en otra forma, la supervivencia del lactante no necesariamente implica un funcionamiento neurohipofisial del  mecanismo de la eyección  láctea.

Se puede obtener alguna cantidad de leche de la glándula en lactancia, aun en ausencia del reflejo de eyección y ningún mecanismo hormonal induce a una contracción mecánica del mioepitelio mamario.

Estas consideraciones pueden apelarse en el caso de los dos gatos de Fisher, Magon y Rason17 y en el caso de la mujer, indicado por Dandy,17 en el cual una lactancia normal superficial se presentaba a pesar de la existencia de una diabetes  insípida crónica.

GL Foss,18 de Inglaterra, observó recientemente (1956) que la galactorrea está asociada frecuentemente con insuficiencias estrogénicas y trastornos del hipotálamo y de la hipófisis; los que persisten durante años antes de la pubertad en cantidades de 2 a 3 cc diarios, o de un continuo escurrimiento, teniendo la glándula en dichos casos un aspecto normal, el útero puede ser normal o atrófico, presentándose generalmente amenorrea. Algunos casos estaban asociados con tumores cerebrales o hipofisarios y también los han encontrado asociados en pacientes psicóticos que se hallaban bajo tratamiento con cloropromasina, la que tiene una acción directa en el hipotálamo.

La secreción de oxitocina hacia la sangre durante el parto, y en la mujer durante la lactancia, está comprobada por la ocurrencia de eyección láctea y por la oxitocina en la sangre y orina.17

Es bien conocido que el coito estimula la eliminación de hormona gonadotrófica del lóbulo anterior en algunas especies de conejos, gatos y hurones; este hecho, unido a la dramática actividad uterina que se sigue por la estimulación del tracto supraóptico hipofisial.

Mediante técnica de control remoto en ratones estrogenizados y sin anestesia, han llevado a Harris17 a sugerir una actividad neutral de la hipófisis posterior, que debe involucrarse en  la función de transporte del esperma.

Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.


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