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ISNN - 0300-9041
ISSNe - 2594-2034


Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline
EDITADA POR LA Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia, y Ginecología A.C.
FUNDADA POR LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA EN 1945

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Várices y estado grávido puerperal

Periodicidad: mensual
Editor: José Niz Ramos
Coeditor: Juan Carlos Barros Delgadillo
Abreviatura: Ginecol Obstet Mex
ISSN: 0300-9041
ISSNe: 2594-2034
Indizada en: PubMed, SciELO, Índice Médico Latinoamericano, LILACS, Medline.

Várices y estado grávido puerperal* 

Varices and gravid puerperal state.

Ginecol Obstet Mex | 1 de Marzo de 2009

Ginecol Obstet Mex 2009;77(3):165-70


Dr. José Saenz y Gómez Urquiza

* Leído en la Asociación Mexicana de Ginecología y Obstetricia. 


Este trabajo tiene por objeto presentar los conceptos actuales sobre várices y embarazo, para lo cual se ha procurado revisar toda la literatura a nuestro alcance sabre el tema, tanto nacional como extranjera. 

Lo definimos como la dilatación segmentaria de origen patológico de los vasos localizada a ciertas regiones y desencadenada por el estado grávido.

La anomalía no es un efecto exclusivo del embarazo, pues como es sabido puede ser desencadenada por otras causas, pero estas siguen mecanismos semejantes para producir el estado patológico venoso.

Las várices abarcan los sistemas venosos superficial y profundo. En el embarazo las regiones afectadas son las siguientes, por orden de frecuencia e intensidad: tobillos, piernas, muslos, vulva, vagina, recto y ligamentos anchos3, es decir, que se sigue un orden ascendente que va de acuerdo con el factor gravedad que desempeña un papel importantísimo en la etiología de la afección.

Es muy difícil precisar en nuestro medio la frecuencia, pero sí diremos que algunos autores afirman que la mayor parte las mujeres embarazadas padecen dilataciones patológicas de las venas, aunque sólo una minoría presentan varicosidades marcadas (Doderlein da un 75% de incidencia)11. En cambio, otros no toman un estado anormal de simple dilatación venosa, sino como una adaptación del organismo al estado gravídico y sólo sería patológica la dilatación cuando esta fuera demasiado severa y provocara diversas anormalidades al organismo.6

Para Buddin existen en el 22% de las primíparas y en más del doble de las multíparas. Para Brindeau sería un 50%11.

Mathieu y Holman informaron en una experiencia obstétrica que en 37 años, nunca encontraron una várices vaginal.

Las causas de la enfermedad son: a).- Predisponentes y b).- Desencadenantes.

Las predisponentes son: la herencia, actuando por medio del sistema endócrino7 y de la contextura anatómica de las venas.16

Las desencadenantes se refieren a causas de orden mecánico. El sistema venoso, al igual que todas las demás entidades sufre cambios a base de mejorar su eficacia y magnitud de acuerdo con las constantes y crecientes necesidades de la gestación.

El sistema venoso uterino, a la par que el arterial, se amplía en la medida de desarrollo del órgano, sufriendo adaptaciones especiales (formación de senos venosos, lagos sanguíneos, etc.) que le permitirán garantizar suficiente aporte sanguíneo al feto.

Los tramos venosos mayores, los de los plexos uterinos y pampiniforme son muy dilatados, serpentean los ligamentos anchos que en buen número de veces están transformados en verdaderos paquetes varicosos1-6.

Todo el sistema venoso experimenta un aumento en su volumen como lo demuestra la turgencia de las yugulares, senos, miembros superiores, abdominales, etc.11

Estas se hacen visibles pero no degeneran en várices a diferencia de lo que sí sucede en miembros inferiores y genitales; todo esto podemos observar en los territorios no sometidos a la gravedad, se comportan diferentemente de aquellos en que ésta ejerce su acción desfavorable.

Cuatro son las condiciones mecánicas principales para provocar el desequilibrio fisiológico y anatómico de las venas:

Primero.- El útero grávido provoca en la circulación de retorno una exageración en este mecanismo por medio del aumento de la tensión abdominal y a veces por compresión directa en los grandes tramos (cuando se ha efectuado el encajamiento) con la consiguiente hipertensión venosa en los genitales y miembros inferiores.3

Segundo.- Aun cuando el útero grávido no es tan grande, existe un aumento del caudal sanguíneo sobre todo en el territorio pélvico, debido al incremento en la actividad del órgano, lo cual congestiona las venas uterinas y el plexo pampiniforme que por desembocar en la cava e ilíaca primitivas, encuentran un obstáculo en las corrientes que vienen de territorios más alejados constituyendo así otra causa mecánica, sobre todo en los primeros meses en que la compresión es producida por el útero, como tumores insignificante.3

Tercero.- Un tercer factor mecánico es el cambio de posición del corazón, dificultando en mayor o menor grado la aspiración de la sangre venosa.11

Cuarto.- La cuarta condición mecánica es la disminución de la actividad muscular en las embarazadas que disminuye la acción activante de la circulación profunda, sobre todo, pues el sistema superficial, principalmente el de la safena que está situada entre la piel y aponeurosis, la priva de este sostén.11

Las cuatro causas mencionadas son más o menos constantes, hay sin embargo, causas eventuales que vale la pena citar:

Las tromboflebitis post-partum, postoperatorias o posinfecciosas en las cuales el coágulo puede manifestarse o no, según su tamaño y localización, produciendo una circulación colateral con varicosidades atípicas. La obstrucción destruye las válvulas venosas situadas abajo del obstáculo y aunque éste llegue a ser canalizado, el efecto destructivo está hecho dejando como reliquia una insuficiencia valvular irreversible.

Hay otras causas que podríamos llamar de origen intrínseco o constitucional de ciertas trombosis grávido-puerperales:

El aumento de la coagulabilidad, el retardo de la corriente sanguínea y la acción traumatizante del parto sobre las venas de la pequeña pelvis; son causas que en cierto modo pueden contribuir a instalar el coágulo patológico. Un argumento a favor de este origen de ciertas trombosis, lo da la historia clínica de la flebitis propiamente gravídica, variedad rara, ya que no puede relacionarse con aquellas en las que hay una infección evidente, que es el origen de la complicación.

Para leer la información completa, por favor descargue el archivo PDF.


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